Desvelando el poder de tu Sistema Nervioso Autónomo

NUESTRO CUERPO ES INTELIGENTE, ¡ESTAMOS BIEN HECHOS!

Estas son las frases que más suelo repetir a todas esas personas que vienen a la consulta. Si para ti es la primera vez que escuchas estas palabras, este blog te va a ayudar a entender por qué nunca me voy a cansar de repetirlas. Para poder entenderlo, nos tendremos que adentrar en el maravilloso y fascinante mundo del Sistema Nervioso, más específicamente del Sistema Nervioso Autónomo (SNA).

El Sistema Nervioso Autónomo, o SNA, actúa como un director de orquesta que controla de forma silenciosa todos los músicos –todas esas funciones automáticas que tiene nuestro cuerpo– como, por ejemplo, tu temperatura corporal, los latidos de tu corazón, la frecuencia cardíaca, las digestiones y la respiración.

Es como un piloto automático que trabaja incansablemente para mantenernos en equilibrio. Puede ser que nunca te hayas parado a pensar en todas esas reacciones por segundo que ocurren dentro de tu organismo y que tú no decides conscientemente que ocurran. ¿Y quién controla todas estas reacciones? Lo has acertado… Nuestro Sistema Nervioso Autónomo.

Este sistema (SNA) tiene dos partes: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Podemos compararlos con dos instrumentos musicales en una orquesta, cada uno tocando su propia melodía pero trabajando en conjunto para crear una armonía equilibrada en nuestro cuerpo.

El Sistema Nervioso Simpático se activa cuando estamos bajo estrés o enfrentamos situaciones que requieren una respuesta rápida. Es esencial para sobrevivir. Imagina que estás de viaje en Kenia y de repente aparece delante de ti un león… tu corazón comienza a latir más rápido, tus pupilas se dilatan y tus músculos reciben toda la sangre para poder salir corriendo. Al mismo momento, se van a “desactivar” todas esas funciones que no necesitas en ese momento para poder sobrevivir, como, por ejemplo, la digestión.

El Sistema Nervioso Parasimpático se activa con «el descanso y la digestión”. Imagina que acabas de terminar una comida familiar de domingo en casa de tu abuela y te sientas en el sofá a mirar una película. El sistema nervioso parasimpático trabajará silenciosamente para ayudar a tu cuerpo a digerir los alimentos, regular la respiración y reducir la frecuencia cardíaca. Y se desactivarán todas esas funciones de supervivencia para que tu cuerpo tenga la posibilidad de repararse de posibles lesiones.

Lo que nos pasa hoy en día es que permanecemos mucho más tiempo con el Sistema Nervioso Simpático activo. Un sistema completamente esencial para sobrevivir pero que anula nuestras capacidades de reparación. Lo que queremos hacer los Quiroprácticos es potenciar el Sistema Nervioso Parasimpático para dejar que el cuerpo haga lo que tenga que hacer, se repare de posibles lesiones y permita que tu cuerpo se auto-regule. Algunas cosas que podemos hacer para activar el Sistema Nervioso Parasimpático serían la meditación o dar un paseo por la naturaleza.

Es imposible evitar el estrés, pero sí que puedes potenciar tu Sistema Nervioso Parasimpático para ayudar a tu cuerpo.

Espero que esta información te haya sido de gran utilidad.

Con mucho cariño,

David Arasa

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *