¿Qué señales nos da el cuerpo cuando nuestro sistema nervioso está alterado?

Nuestro cuerpo es un mecanismo increíblemente inteligente. Cada día trabaja incansablemente para mantenernos en equilibrio, adaptándose a nuestras actividades, emociones y al entorno. Pero ¿qué ocurre cuando el sistema nervioso, el centro de control de todo nuestro cuerpo, no está funcionando como debería?

Muchas veces ignoramos las señales que nos envía el cuerpo. ¿Por qué? Porque vivimos completamente acelerados, con todo tan planificado que hemos olvidado incluir en nuestra agenda algo fundamental: cuidarnos y escucharnos. Vivimos en piloto automático. Por eso, ese dolor que aparece «de la nada» no es la primera señal. La primera señal probablemente pasó desapercibida porque no estábamos prestando atención. Lo que sí está claro es que nuestra situación actual es el resultado de una acumulación de desequilibrios a lo largo del tiempo.

¿Qué señales te da un Sistema Nervioso alterado?

El cuerpo utiliza síntomas y patrones de comportamiento como un idioma para decirnos que algo no va bien. Algunas señales comunes que podrían indicar un sistema nervioso alterado incluyen:

  • Fatiga constante: Sentirte agotado a pesar de haber descansado bien podría ser un indicador de un sistema nervioso sobrecargado.
  • Dificultades para dormir: Problemas para conciliar el sueño o despertarte con sensación de cansancio.
  • Cambios en el comportamiento: Ansiedad, irritabilidad o dificultad para concentrarte pueden ser señales de estrés acumulado en el sistema.
  • Posturas inconscientes al dormir: Algunos estudios sugieren que dormir con los brazos levantados o en posiciones poco naturales podría ser un intento del cuerpo de aliviar tensiones acumuladas en el sistema nervioso.
  • Problemas digestivos frecuentes: El sistema nervioso autónomo regula funciones como la digestión. Estrés crónico o un sistema nervioso desbalanceado pueden causar síntomas como hinchazón, estreñimiento o acidez.
  • Cambios en la respiración: Respirar superficialmente, tener episodios de dificultad respiratoria o sentir que no estás respirando «completo» puede ser un indicador de que tu cuerpo está en modo de «lucha o huida».
  • Inmunidad debilitada: Enfermarte con frecuencia o tardar mucho en recuperarte de resfriados comunes puede ser un signo de que el estrés está afectando tu sistema inmunológico, controlado por el sistema nervioso.
  • Movimientos o espasmos involuntarios: Espasmos en los párpados, pequeños tics musculares o sacudidas al dormir podrían ser una señal de sobrecarga.
  • Cambios en los hábitos alimenticios: Tanto una pérdida de apetito inexplicable como comer en exceso sin hambre real pueden ser señales de estrés crónico que afecta las funciones nerviosas.

Casi siempre esperamos a que aparezca un dolor fuerte para actuar. Sin embargo, cuando esto ocurre, el cuerpo ya ha pasado por fases previas de estrés que hemos ignorado. Es como si condujeras tu coche sin revisar el motor o las pastillas de freno hasta que estas fallan.

Aquí es donde la quiropráctica juega un papel crucial. Los chequeos regulares permiten detectar y corregir desequilibrios en el sistema nervioso antes de que se conviertan en problemas mayores. Un sistema nervioso en equilibrio no solo mejora tu salud física, sino también tu bienestar emocional y mental.

Escucha a tu cuerpo

Nuestro cuerpo es sabio y siempre está comunicándose con nosotros. Detente un momento y presta atención: ¿hay alguna señal que has estado ignorando? Escuchar y cuidar de tu sistema nervioso no es solo una cuestión de salud, sino de calidad de vida.

Espero que este blog te haya animado a escucharte con un poco mas de amor y atención a partir de ahora.

Con mucho cariño,
David Arasa.

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