Retiro con Joe Dispenza

Esta semana voy a salirme un poco de los temas habituales que suelo tratar en este blog, y voy a explicaros un poquito lo que he hecho este último fin de semana. Como muchos de vosotros sabréis (porque lo hemos estado hablando estas últimas semanas en la consulta) este fin de semana se celebró el retiro de Joe Dispenza. Sinceramente, tenía muchas ganas de escuchar a este hombre en directo desde que descubrí su primer libro titulado Deja de ser tú.

Joe Dispenza, para quienes no lo conozcáis, es un neurocientífico, quiropráctico y autor de varios libros que, desde mi punto de vista, han revolucionado el mundo científico. Sus principales investigaciones se centran en cómo los pensamientos y emociones afectan la biología y la salud, basándose en la neuroplasticidad y la epigenética.

Durante todo el fin de semana, he ido descubriendo lo grande, maravilloso y único que es el ser humano, pero también cómo tenemos la capacidad de autodestruirnos con nuestros propios pensamientos y emociones. Estamos viviendo en un mundo muy acelerado, superficial y a veces incluso ficticio, ya que muchas veces cuesta diferenciar entre lo que es real y lo que no lo es. El mundo digital forma parte de quienes somos como personas. ¿Qué haríamos sin el móvil? Probablemente nada, porque nuestras vidas dependen de los LEDs detrás de una pantalla, donde es muy sencillo perder el foco de lo que realmente queremos hacer con nuestra vida y de quiénes somos en realidad.

Recordé los efectos que tiene el estrés en nuestro cuerpo… El estrés no deja de ser un desequilibrio en el Sistema Nervioso Autónomo. Estoy realmente convencido de que todos hemos pensado en algún momento de nuestra vida que el estrés solo lo sufren las personas con ataques de ansiedad o que necesitan atención de un profesional de la salud mental. Pero, ¿sabías que los productos químicos en los alimentos de cualquier supermercado pueden desequilibrar tu Sistema Nervioso Autónomo y provocar estrés en el cuerpo? Igual que lo hace el estrés del tráfico en la ciudad, una caída que parece insignificante porque no tuviste que ir al hospital, también estar 8 horas sentado delante de un ordenador sin beber  ni una gota de agua… existe un larguísimo etcétera que no sé si podría llegar a terminar nunca.

Hubo muchas frases que me llamaron mucho la atención, pero probablemente la que más me impactó y creo que nunca olvidaré fue: “Donde pones el foco, pones la energía”. Todos los humanos tenemos vidas complicadas, con problemas y dificultades, pero sólo depende de nosotros decidir si ponemos el foco en lo negativo o en la lección que nos va a enseñar esa situación. Igual que con el dolor, si decidimos enfocarnos en él, pondremos toda nuestra energía allí, provocando más estrés y no permitiendo nunca a nuestro cuerpo realizar los procesos necesarios para recuperarse. No subestimemos el poder de auto-curación del cuerpo; tal y como te cuento en este artículo.

Me siento profundamente agradecido por este maravilloso fin de semana: me he divertido, me he relajado, he aprendido y el reto más grande para mí ha sido iniciarme en el mundo de la meditación. Era algo que no me veía capaz de hacer jamás, y mira tú por donde, me he pasado 3 días meditando junto con 3.000 personas más, y tengo que admitir que me ha gustado mucho y es algo que voy a continuar haciendo el resto de mi vida. Espero que esta última reflexión os haya servido para animaros a seguir vuestros sueños aunque os veáis incapaces de lograrlo. ¿Quién sabe? A lo mejor siempre habéis sido capaces pero nunca lo habíais visto antes.

Con mucho cariño,

David Arasa

PD: Si os interesa el tema de la meditación, podemos considerar formar un grupo para que podamos meditar todos juntos en la consulta. 🙂

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